DULCES SUEÑOS NAVIDEÑOS
Publicidad y consumo son dos amistades peligrosas que “hacen” su luna de miel en los dorados y encantadores días de Navidad. ¿Quién no ha sentido ese trajín hipnótico al entrar en unos grandes almacenes y dejarse convencer por la lógica del “porque no?” A la publicidad le ocurre lo que a la tele, nadie la extraña. Es el oxígeno que respiramos, los medios de comunicación la alimentan –como ella a ellos-. Estos días, los llamados argumentos publicitarios visten sus mejores galas, utilizándose el ropaje de la historia y la tradición.
La publicidad dirige su artillería al deseo, es lo esencial. Es la llave que permite abrir la puerta de lo más íntimo y personal. En ese lugar de ensoñación, el sujeto –objeto el consumo- se evade de su prosaica realidad para sentirse colmado en la ficción. El consumir suprime las barreras del espacio y del tiempo, sólo existe el aquí y el ahora. Las formas verbales imperativas y presentes nos conducen desde sus más variadas modalidades en los eslóganes publicitarios. Hagamos la prueba, ¿cuántos mensajes publicitarios se nos ocurren sin que aparezca un verbo en presente? Beba,coma, compre, confíe en nosotros, disfrute… son palabras que no informan, menos comunican, pero incitan y provocan.
Esta celebración de la inmortalidad, que cabalga a lomos del verbo, necesita un lugar, un espacio. Tres son los más frecuentes, el hogar, en el que el núcleo familiar se afirma como vivencia de paz, convivencia, comunicación; espacio para la sonrisa y la celebración festiva. Los dulces, el licor, el refresco indicarán el éxito de la reunión. El lugar de trabajo en donde se adoran los sagrados valores de la productividad. Y, con mucha frecuencia, la naturaleza. Aquí se conforma la idealización de la espontaneidad, el disfrute inmediato, sin mediaciones, salud y larga vida. Lo ecológico cada vez vende más.El entorno natural está “más allá” del agobio urbano, masificación, humos, ruidos y prisas. Móviles, coches, tabaco garantizan nuestro exótico y salvaje viaje de fin de semana. Viaje que transcurre en un presente contínuo, fácil, exitoso, absoluto y exclusivo. Estemos tranquilos porque hasta nuestro tiempo de ocio hemos comprado, es un tiempo de consumo, y negocio.
EL DUENDE PUBLICITARIO, EL MENSAJE SUBLIMINAL
Cuando compramos una determinada bebida, coche o perfume, sólo compramos aparentemente el objeto, pero estamos deseando esa sensación de frescor, prestigio-juventud o aventura. Desde hace unos años los jabones prometen belleza junto a limpieza, diría un célebre publicitario. Anunciar es hurgar en las heridas abiertas… Miedo,soledad, ambición, angustia, celos, ansiedad, son filones sin fondo para inspirar argumentos publicitarios. Se mete el dedo en la llaga y se curan las heridas. El objetivo de todo mensaje es que un gran público tenga un mismo deseo, una misma solución para curar su herida, la promesa de curación será el éxito del anuncio.
Mucho se ha dicho sobre la publicidad subliminal, pero remitámonos a lo que expresa la Ley General de la Publicidad, que ya desde 1988, dicen que la prohibe y se define como “la que mediante técnicas de producción de estímulos de intensidades fronterizas con los umbrales de los sentidos o análogas, pueda actuar sobre el público destinatario sin ser conscientemente percibida”.El conocido experimento de James Vicary en 1958 realizado en un cine a cielo abierto con el mensaje “¿ Tienes hambre? Come palomitas y bebe Cocacola?, marcó un hito en la historia de la publicidad. Los estímulos visuales e instantáneos del mensaje no podían leerse, pero consiguieron aumentar las ventas de los dos productos en un 57 y un 18 por ciento. Este tipo de publicidad que se camufla en la velocidad de sus planos o en la intensidad de sus estímulos cromáticos, lumínicos o sonoros, utiliza determinadas imágenes que producen una fascinación especial en el espectador y potencial consumidor.
via: http://www.xtec.es/~jsamarra/mitjans/comunicacio/docs/publiicnavid.doc
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2 comentarios:
"El objetivo de todo mensaje es que un gran público tenga un mismo deseo, una misma solución para curar su herida, la promesa de curación será el éxito del anuncio".
ahi esta la clave...
suerte muchachos
saludos
Sabandija gracias por tu aporte! Una abrazo
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